martes, 3 de agosto de 2010

Un "seis ruedas" en la formula uno.

(Por Emiliano Gmiter)



Cuando uno se refiere a la ‘historia de la Fórmula 1’ debe situarse al sábado 13 de mayo de 1950 en el viejo aeródromo de Silverstone. Donde Giuseppe Farina ganó el Gran Premio, primer evento del campeonato, llegando a ser el primer Campeón Mundial de Pilotos con su Alfetta 158 de 1.5 litros supercargado.


Hasta el día de la fecha han pasado 60 años, de los cuales, se consagraron 31 pilotos diferentes, hubo incalculables cambios a nivel seguridad, aerodinámico, neumáticos y en los sistemas de frenados.



Lo que vamos a revivir es el día en que la formula 1 tuvo entre sus vehículos uno muy particular, El Tyrrell P34, este monoplaza tenia la peculiaridad de contar con 6 ruedas, fue creado por Derek Gardner, diseñador principal de Tyrrell en los años 70, como respuesta a las nuevas regulaciones que se introdujeron en el campeonato de 1976.


Se busco mejorar la aerodinámica al eliminar las grandes ruedas delanteras y sustituirlas por unas más pequeñas, duplicando su número para no perder agarre frontal. Esta innovadora solución tenía grandes ventajas teóricas, pero en la práctica, provocó una serie de problemas de difícil solución. Las ruedas delanteras al girar más rápido que las traseras, provocaba un desgaste mucho mas prematuro y a demás los frenos delanteros tendían a bloquearse.




No obtuvo un gran éxito en su participación en el campeonato de F1, una única victoria en el circuito sueco de Anderstop (1976) en dos años de participación.


Este particular vehiculo debutó en la temporada del 76, a los mandos de Jody Scheckter y Patrick Depallier, acabando el campeonato de pilotos en tercera y cuarta plaza respectivamente y con un tercer puesto en el mundial de constructores.


Al otro año, todo fue mucho más complicado, la empresa encargada de proveer los neumáticos, tuvo varios inconvenientes a lo largo de la temporada, es que Goodyear no desarrollo adecuadamente los cauchos delanteros. A demás Jody Scheckter abandonó el equipo y las mejoras que se desarrollaron, no dieron el resultado esperado. Abundaron los abandonos y no se obtuvo ninguna victoria, acabando en sexta posición el mundial de constructores.


Para la siguiente campaña Tyrrell volvió a un diseño convencional, abandonado el proyecto P34.

martes, 13 de julio de 2010

"El Lole" un caballero de las pistas




(por Emiliano J. Gmiter)

Nacido el 12 de abril de 1942, en la provincia da Santa Fe, hijo de Enrique Reutemann y Flora Molina. Ex corredor de fórmula 1 y actualmente ocupa una banca en el Senado.

Su era como piloto en la máxima categoría fue de apenas diez años, de 1972 a 1982, en el transcurso de esta década logró 12 victorias puntables, 2 no puntables y 6 pole positions en 144 carreras. Apodado "Lole" en referencia a L0' LEchone' (los lechones) que su padre criaba.



Sus comienzos en el automovilismo fueron a mediados de 1965, más precisamente el 30 de mayo, fue en una carrera de Turismo en la ciudad de La Cumbre (Córdoba) a bordo de un Fiat 1500, en la cual abandonó, pero cuarenta días después logró su primer triunfo, fue el 11 de julio en Villa Carlos Paz.



Luego de coronarse campeón de Turismo Nacional durante varias temporadas, pasó a competir en Sport Prototipos, participando en la serie internacional reservada para coches de fórmula 2 desarrollada en Noviembre-Diciembre de 1968 en la Argentina.



A partir de 1970 viajó a Europa formando parte del equipo del Automóvil Club Argentino, coordinado por Héctor Staffa para participar en el campeonato Europeo de Fórmula 2, obteniendo el subcampeonato detrás de Ronnie Peterson en el año 1971.




Por esto logró ser contratado como segundo piloto de Brabhan team junto a Graham Hill.

Su debut no pudo ser mejor en el Gran Premio de Argentina de 1972 ya que obtuvo la pole position delante del ultimo campeón Jackie Stewart.



Su primer triunfo en F-1 llegaría al poco tiempo en Brasil, pero sin puntos, a lo que sobrevendría un serio accidente probando en el circuito de Thruxton, que lo mantuvo alejado de las pistas durante meses.



La escudería volvió a confiar en lole y le extendió el contrato hasta 1976, llegando su primer triunfo en 1974 en Kyalami (Sudáfrica), el cual seguirán los de Austria y Estados Unidos con el modelo BT44. Un año más tarde obtuvo una resonante victoria en el difícil trazado de Nurburgring (Alemania), y en 1976 la poca confiabilidad del motor Alfa Romeo no le permitió obtener buenas performances, decepcionado Reutemann se alejó de Brabham luego del Gran Premio de Alemania, en el cual se accidentara gravemente el piloto austríaco.

Ferrari decidió contratar a Lole para completar la temporada. Sin embargo Lauda se recuperó de manera asombrosa y se reintegró al equipo para el Gran Premio de Italia en el circuito de Monza. De esta manera Reutemann debió pilotar un auto no oficial y esperar al comienzo de la temporada siguiente.

En 1981, habiendo superado al primer piloto de la escudería Williams, Alan Jones, finalizó segundo en el campeonato de pilotos con una diferencia de sólo un punto con respecto al campeón Nelson Piquet. Un año más tarde decidió retirarse definitivamente



En el año 1991, a los 49 años y tras una trayectoria destacada en el automovilismo nacional e internacional y paralelamente a sus actividades en el sector privado como productor agropecuario, inició su actividad política en el Partido Justicialista.

martes, 6 de julio de 2010

¿Es usted Fangio?




(Por Emiliano J. Gmiter)



El quíntuple campeón mundial de la Fórmula Uno fue secuestrado por el movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro. Ocurrió el domingo 23 de Febrero de 1958 en las afueras de La Habana.





El segundo Gran Premio de Cuba había sido organizado con el propósito de demostrar que “en la isla no pasaba nada” pero las fracciones de rebeldes seguían capturando en distintas ocasiones a figuras políticas, para mantenerlos como rehenes, o para sembrar el terror y la confusión entre sus opositores. Pero el secuestro de un deportista famoso fue algo distinto.



Los guerrilleros cubanos querían demostrar que estaban en desacuerdo con la forma en que el presidente Batista despilfarraba el dinero en cosas inútiles, mientras que el pueblo necesitaba pan. Pero sin duda alguna ellos previeron también el número de titulares que el golpe les garantizaría en la prensa mundial. Si hubiesen secuestrado al propio presidente, no habrían llegado con tanta eficacia al sector no político de la población mundial.





El trágico hecho comenzó aproximadamente a las 20.50 hs. Un joven militante del movimiento 26 de Julio se acerco al chueco preguntándole ¿Es usted Fangio? Y acto seguido ya con un arma en mano le propuso abandonar el hotel Lincoln.



En cuestión de segundos Fangio y sus captores salían por un costado del hotel donde otros miembros del comando, esperaban en un auto en marcha. Los testigos vieron al vehículo alejarse por la calle Virtudes, mientras otros cómplices cubrían la retirada. Luego de una hora de recorridos por la ciudad y de cambiar dos veces de móvil, el corredor era dejado en una casona hasta luego de la carrera.


Los secuestradores enviaron en todo momento información a los medios gráficos, a las agencias de noticias y a las emisoras de radio. “Habla el 26 de Julio. Tenemos secuestrado a Fangio. No se alarmen, no hay peligro para su persona. Seguiremos informando”.



Horas más tarde otro comunicado se hizo público: ``Habla el 26 de Julio. Fangio se encuentra perfectamente. Lo devolveremos oportunamente''. Estos fueron entre otros los escritos que se dieron a conocer.



Al día siguiente los captores le acercaron los diarios, conversaron con el múltiple campeón e hicieron lo que les pidió, avisarle a la familia. La carrera era televisada pero el chueco rechazó la invitación de mirarla, no podía resistir el ruido sin estar él presente, luego de varias demoras el Gran Premio de Cuba comenzaba sin Fangio, el comando daba un duro golpe al espectáculo oficial, el múltiple campeón no participaba y la gente empezaba a dudar de Batista.




Luego de la carrera el movimiento 26 de julio tenía decidido liberar al argentino pero el temor provenía de la posibilidad de que la gente de Batista matara al corredor para culpar, y así desprestigiar, a Fidel Castro. Llegando a barajar ciento de posibilidades, desde dejarlo al costado de la ruta hasta en una iglesia, pero el mismo chueco les pidió que llamaran al embajador argentino. Un niño junto a una mujer fueron los encargados de llevarlo hasta el diplomático dejando a demás una carta en la que expresaban que no tenían ningún tipo de problema con la Argentina y que su unico objetivo era derrocar la dictadura cubana



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